5 de mayo de 2009

Orfeo: El mito y la religion Griega, primera parte

He dividido esta narración pues abarca varios puntos demasiado extensos para un solo post.


Orfeo es considerado uno de los héroes griegos más venerados. Fue él quien se inició en los misterios de la música que le permitieron descender al mundo de los muertos a rescatar a su gran amor Eurídice.
Sin embargo Orfeo también es la piedra angular de una corriente religiosa que perduro en Grecia: El Orfismo. El oráculo de Delfos es el centro más conocido de la manifestación de estas creencias, que encierran una profunda connotación filosófica y de acercamiento al mundo espiritual.






Comenzaré con el Mito mas conocido Orfeo y Eurídice:


Orfeo y Eurídice se amaban desde el momento en que se vieron y era muy felices juntos. Una vez en que Eurídice caminaba en uno de sus paseos, por un prado de Tracia fue vista, según cuenta el poeta Virgilo, por Arsisteo, quien prendado inmediatamente de ella, la persigue para hacerla suya. Ella escapa, pues su corazón sólo le pertenece a Orfeo. En su huida, Eurídice es mordida por una serpiente y muere.

Orfeo, desconsolado la llora y su desesperación no encuentra consuelo, por lo que toma la arriesgada decisión de ir en busca de su dulce y amada esposa al Hades, la tierra de los muertos.

Con su dulce canto y su poesías, Orfeo logró conmover a Caronte, quien lo deja atravesar el río Estigia, límite entre el mundo de los vivos y los muertos. Después, también con sus habilidades artísticas Orfeo logra convencer a Perséfone y a Hades de que le permitan llevarse a Eurídice. Las divinidades subterráneas aceptan que se la lleve, pero Orfeo debe prometer que no intentará ver a su esposa hasta que la haya llevado a la luz del sol.

Entonces, según lo convenido, Eurídice seguía a Orfeo en el camino hacia la luz, y en el momento en que estaban a punto de abandonar las oscuras profundidades, Orfeo tuvo dudas. Así, empezó a pensar en la posibilidad de que Perséfone lo hubiera engañado y que Eurídice no viniera tras él, por lo que no pudo soportar la tentación y se volvió para mirarla y corroborar que ella venía con él.

Cuando esto ocurrió, Eurídice fue arrastrada por una fuerza irresistible otra vez hacia el Hades. Orfeo, desesperado, intenta ir de nuevo a rescatar a su amada, pero esta vez Caronte no se lo permite.Orfeo regresó a la Tierra solo y desamparado y mantuvo fidelidad a su esposa hasta su muerte.

Esta historia procede del tiempo de Virgilio, que fue el que introdujo por primera vez el nombre de Aristeo. Sin embargo otros autores también hablan de la visita de Orfeo al submundo; de acuerdo con Platón los dioses del infierno sólo le "presentaron una aparición" de Eurídice.



Segunda parte, lo que se dice de Orfeo:

Orfeo no es mencionado por Homero ni por Hesíodo, pero era conocido en la época de Ibico (c. 530 adC), y Píndaro (522—442 adC) se refiere a él como «el padre de los cantos».


Desde el siglo VI adC en adelante fue considerado como uno de los principales poetas y músicos de la antigüedad, el inventor de la cítara y añade dos cuerdas a la lira.Tenía siete y la lira de Orfeo nueve, en honor a las nueve musas. Y con su música era capaz no sólo de calmar a las bestias salvajes, sino incluso mover árboles y rocas y detener a los ríos en su curso.

Como músico celebre va con los Argonautas en busca del vellocino de oro. Se le supone como uno de los pioneros de la civilización, habiendo enseñado a la humanidad los artes de la medicina, escritura y agricultura. En su aspecto más conectado con la vida religiosa fue un augur y un profeta. Practicó las artes de la magia, en especial la astrología; Fundó o hizo accesibles muchos cultos importantes, como los de Apolo y Dionisos; instituyó ritos místicos, tanto públicos como privados; prescribió rituales iniciatorios y de purificación.

Se dice que visitó Egipto y que allí se familiarizó con los escritos de Moisés, y con la doctrina de una vida futura.

Orígenes:
Se han propuesto varias etimologías del nombre "Orfeo". La más probable es un nombre de actor, derivado de la palabra arcaica orphao, que quiere decir "carente de, o añorante de" (en español existe la palabra "huérfano"). Cognates pudo incluir la palabra griega orphe, que quiere decir "oscuridad". "Orfeo" podría entonces estar estrechamente relacionado semánticamente con goao, "lamentar, cantar libremente, ejecutar un hechizo", uniendo sus papeles aparentemente diferentes como amante decepcionado, músico transgresor y sacerdote mistérico en un todo. De acuerdo con la tradición más conocida Orfeo era el hijo de Oagro (Oiagros), rey de Tracia, y de la musa Calíope. Según otras fuentes su padre no era Eagro, sino Apolo, lo cual es más coherente con la devoción de Orfeo por este dios, que es el dios de la música. Orfeo aprendió la música de Lino o de Apolo, que fue también su amante, y quien le entregó su propia lira (fabricada por Hermes del caparazón de una tortuga), como un presente de amor.
La muerte de Orfeo
De acuerdo a un resumen de la antigüedad tardía de la obra perdida de Esquilo Las Basárides, Orfeo al final de su vida desdeñó el culto a todos los dioses excepto al sol, a quien llamó Apolo. Una mañana temprano, ascendió el monte Pangeo (donde había un oráculo de Dioniso) para saludar a su dios al amanecer, pero fue despedazado por las Ménades tracias por no honrar a su anterior patrón, Dioniso. Es significativo que su muerte sea análoga a la muerte de Dioniso, para quien, por lo tanto, ha ejercido la función de sacerdote o avatar. Ovidio también relata que las Médanes tracias seguidoras de Dioniso, primero arrojaron palos y piedras a Orfeo mientras él tocaba, pero su música era tan hermosa que incluso las rocas y las ramas rehusaron golpearle. Llenas de rabia, las Ménades lo desmembraron durante el frenesí de sus orgías báquicas. Su cabeza y lira flotaron corriente abajo por el río Hebro hasta la orilla de Lesbos, donde los habitantes la enterraron y elevaron un santuario en su honor cerca de Antisa. La lira fue llevada al cielo por las musas, y fue colocada entre las estrellas. la constelación de Lira). Las Musas, también recogieron los fragmentos de su cuerpo, los juntaron y los enterraron bajo el monte Olimpo, donde los ruiseñores cantaron sobre su tumba. En las pinturas de vasos áticos, sin embargo, las mujeres que atacan a Orfeo parecen ser mujeres tracias normales que están irritadas por que los cantos del bardo han apartado de ellas a sus maridos.

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