7 de abril de 2009

Alegoria de la Caverna de Platon


Esta Alegoría es uno de los mejores reflejos de lo que nos pasa al haber nacido y crecido en una "caverna" atados a una realidad falsa, y lo que nos pasa cuando por fin somos libres y vemos el engaño en el que hemos permanecido. En el libro VII de “República” (514a-516d), Platón presenta el mito de la caverna. Es, sin duda, el mito más importante y conocido de este autor. Platón dice expresamente que el mito quiere ser una metáfora “de nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación”, es decir, sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento. Pero tiene también claras implicaciones en otros dominios de la filosofía como la ontología, la antropología e incluso la política y la ética; algunos intérpretes han visto también implicaciones religiosas.


La descripción del mito tal y como lo narra Platón en “República” se articula en varias partes:

1. Descripción de la situación de los prisioneros en la caverna.
2. Descripción del proceso de liberación de uno de ellos y de su acceso al mundo superior o verdadero.
3. Breve interpretación del mito.



I. DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN DE LOS PRISIONEROS

Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea. Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles de tal modo que sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos.
En esta situación los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.


II. PROCESO DE LIBERACIÓN DEL CAUTIVO

A. Subida hacia el mundo exterior: acceso hacia el mundo verdadero.

1. En el mundo subterráneo.
Supongamos, dice Platón, que a uno d
e los prisioneros, “de acuerdo con su naturaleza” le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.

2. En el mundo exterior.
Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no
podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que ellos habían visto.
Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.

B. Regreso al mundo subterráneo, exigencia moral de ayuda a sus compañeros.

1. Confusión vital por la oscuridad de la caverna.
Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, sería incapaz de discriminar las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido hasta lo alto se le han estropeado los ojos y que no vale la pena marchar hacia arriba.

2. Burla y persecución.
Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían.

Entonces, Platon es muy acertado al describir lo que le pasa a quienes ven la luz del sol y deben volver a la caverna y tratar de explicarles a los demás cual es la verdad...
La ignorancia en la que hemos crecido nos impide ver que es lo que debemos hacer en nuestro planeta, que es lo que hemos venido a hacer y como podemos aprovechar al máximo la bendición de existir acá... hemos descuidado nuestro planeta y a nosotros mismos cegados por falsas realidades que nos impiden ser plenos y felices.. estamos atrapados en una red que nosotros mismo hemos logrado hacer mas intrincada y compleja... hemos caído en el juego pérfido de seres que se han aprovechado de nuestra inmadurez espiritual...
Pero aun es tiempo de salir de la caverna, debido al aceleramiento planetario y los cambios magnéticos nos permiten a todos tener la intuición que hay algo mas que lo que vemos, son muy pocos los que no han sentido que algo no encaja en nuestra realidad, debemos aprovechar este impulso y atreverse a ir mas allá e indagar, los maestros están ahí para cuando los discípulos están listos para aprender, quienes logran un estado de conciencia elevada no deben temer el cambio del 2012, al contrario. Por lo menos ya no queman en la hoguera a quienes dicen haber visto el Sol

Debemos aprender a sintonizar en el Amor infinito.

Fuente del mito: http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Platon/MitodelaCaverna.htm



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