"Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! Tu que deseas sondear los Arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias?. En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses." Frase inscrita en el antiguo Templo de Delfos, Grecia
20 de abril de 2009
Hamlet: la razón de la sinrazón
Hamlet... uno de mis libros favoritos de Shakespeare...
Probablemente, Shakespeare se basó en la leyenda de Amleth, preservada por el cronista danés del siglo XIII Saxo Gramaticus en su obra Gesta Danorum. Luego, retomada en el siglo XVI por el erudito francés François de Belleforest y de una obra teatral perdida conocida en la actualidad como Ur-Hamlet (en alemán el prefijo Ur significa primordial). No voy a describir la historia pues es universalmente conocida y si no puedes buscar en el Google el resumen... o bajart la obra completa....
Ser o No Ser
Muy famosa es esta frase, pero pocos han leido el parrafo por completo... tiene muchas partes para desmenuzar, Hamlet la magistral obra de William Shakespeare, en la escena III capitulo I nos otorga esta memorable escena...
Ser, o no ser: ésta es la cuestión: si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante Fortuna, o alzarse en armas contra un mar de agitaciones y, enfrentándose con ellas, acabarlas: morir, dormir, nada más, y, con un sueño, decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son la herencia de la carne. Es un final piadosamente deseable. Morir, dormir, dormir... quizá soñar: sí, ahí está el tropiezo, pues tiene que preocuparnos qué sueños podrán llegar en ese sueño de muerte, cuando nos hayamos desenredado de este embrollo mortal. Ésa es la consideración que da tan larga vida a la calamidad: pues ¿quién soportaría los latigazos y los insultos del tiempo, el agravio del opresor, la burla del orgulloso, los espasmos del amor despreciado, la tardanza de la justicia, la insolencia de los que mandan, y las patadas que recibe de los indignos el mérito paciente, si él mismo pudiera extender su documento liberatorio con un simple puñal? ¿Quién aguantaría cargas, gruñendo y sudando bajo una vida fatigosa, si no temiera algo después de la muerte, el país sin descubrir, de cuyos confines no vuelve ningún viajero, que desconcierta la voluntad, y nos hace soportar los males que tenemos mejor que volar a otros de que no sabemos? Así, la conciencia nos hace cobardes a todos, y el colorido natural de la resolución queda debilitado por la pálida cobertura de la preocupación, y las empresas de gran profundidad y empuje desvían sus corrientes con esta consideración y pierden el nombre de acción...
La conciencia... en realidad es la conciencia del miedo a lo desconocido lo que empaña muchas cosas.. debemos contantemente preguntarnos ser o no ser... si es mejor quedarnos en la orilla del miedo y la duda o enfrentar la aventura de saltar a lo desconocido.
Cada cual debe descubrir sus propias respuestas...
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